Uno de los problemas que más vemos en las casas de nuestros clientes son antiguas ventanas de madera que con el tiempo se deterioran, no cierran bien y provocan pérdidas de energía. Hacer el cambio de estas antiguas ventanas, puertas o ventanas francesas por nuevos cierres de aluminio o PVC resuelve este problema y permite ahorrar energía.
En este piso de Vic tenían una ventana, que como se puede ver empezaba a deteriorarse.

La cambiamos por una nueva ventana de PVC de color blanco. La principal ventaja de los cierres de PVC es que son totalmente estancos y que gracias al doble cristal y en un sistema de cámaras internas, permiten mantener la temperatura del interior de la casa, tanto en verano como en invierno. Así se ahorra energía ya que por ejemplo en invierno no es tan costoso mantener el calor. Además, el PVC es un material muy resistente y fácil de mantener.




Esta ventana está en un ángulo de la casa. La parte más grande está dividida en tres secciones que se pueden abrir de formas diferentes. Hay una sección practicable a la izquierda y las otras dos hojas son oscilobatientes. Esto significa que, cambiando la posición de la manija, se pueden abrir tanto de forma tradicional como de forma batiendo. Este sistema de apertura permite orbir la ventana para ventilar la habitación sin que ocupe mucho. La segunda parte de la ventana es más sencilla, es una tradicional ventana practicable.
Todas las ventanas que instalamos las hacemos a medida adaptándonos totalmente a la forma del obetura. Esta obra se hizo un poco tiempo, causando las mínimas molestias. El anterior ventana de madera se retiró y la llevamos al centro de recogida para su correcto tratamiento.