Hace pocas semanas os explicábamos como nos gustan las obras pequeñas pero que aportan grandes cambios y mejoras, como este cierre de una galería en Sant Joan de les Abadesses.
Nos gustan este tipo de obras y por eso hoy os volvemos a mostrar como una obra pequeña puede aportar grandes cambios y mejoras. Esta vez, nuestro cliente tenía un pequeño cubierto en su casa de Ripoll y nos pidió cerrarlo para convertirlo en un trastero.
Escogimos una puerta de PVC de color plata dos hojas practicables. La puerta es pesada pero una vez instalada y a través de las bisagras y el sistema de apertura y cierre muy ligera y se abre fácilmente sin esfuerzo.
Este material no nos presenta mantenimiento y al mismo tiempo es muy resistente, seguro y ofrece una gran durabilidad. Aparte que para ser el cierre de un trastero podemos destacar su estética ya que es inmejorable. Tampoco deja pasar la humedad al interior, teniendo en cuenta que es una estancia cerrada sin ventilación.
Este cierre a nivel de local destinado a trastero es muy acertado ya que el aluminio es muy resistente a los cambios de temperatura, y al agua y es ideal para el exterior.